Reflexión estudiantil punk-rock

La obra de Simon Stevens conmueve a los jóvenes y adolescentes linarenses

25 abr 2017 / 17:48 H.

La Joven Compañía volvió, una vez más, a Linares para acercarse a los jóvenes y reflexionar con ellos sobre ese entorno y esas impresiones a las que, a veces, es tan difícil acceder. De la función disfrutaron más de 350 estudiantes del colegio salesiano, los institutos San Joaquín, Reyes de España, Huarte de San Juan, Oretania, Himilce, Santa Engracia y la Escuela de Adultos Fanny Rubio.

De la mano del director linarense, David Rodríguez Peralto, llegó “Punk Rock”. La obra de Simon Stevens se acerca a los adolescentes de la sociedad actual tratando temas como el acoso escolar. El “bullying” que, en este caso, se sufre en un instituto del Reino Unido, bien podría ocurrir en cualquier centro de enseñanza de España. De esta forma, “Punk Rock” es un reflejo de alumnos de segundo de Bachillerato y muestra la presión que sienten, el periodo de exámenes, el acoso, la violencia en los centros y la defensa que tienen los jóvenes ante ella.

El director de La Joven Compañía transmitió el objetivo de estas obras: “Queremos que reflexionen. A los jóvenes les impacta mucho lo que ven en el teatro, especialmente si son temas en los que se ven reflejados. Cuando ellos se ven en ese espejo que ponemos sobre el escenario, se lanzan a participar. Se produce una catarsis muy importante en la que intercambian ideas con los actores y quieren expresar sus opiniones y reflexiones acerca de lo que acaban de ver”, aseguró el director.

La Joven Compañía lucha contra el alejamiento que se ha producido entre los jóvenes y el teatro, según entienden, “por contarles historias descafeinadas que no les producen sentimientos, ni tienen que ver con sus vidas”. Desde la compañía de teatro se buscan obras que abordan temas que los adolescentes viven en su día a día. “Se preocupan por la violencia de género, la violencia en las aulas, la búsqueda de la identidad sexual, el abuso de poder”, reconoció Rodríguez Peralto.

Tras la obra, los estudiantes pudieron lanzar sus impresiones a los actores y actrices en una charla coloquio, en la que se abrieron más de lo que se suele esperar. “Los adolescentes vienen a disfrutar de la obra, y más tarde a participar en un coloquio donde nos muestran sus inquietudes, los sentimientos y reflexiones que han sacado a partir de la función. Nos damos cuenta de que realmente, gracias a la cultura, damos a la enseñanza las herramientas para la educación en valores. Facilitarles esos puentes que unan cultura y enseñanza es lo que da a los profesores la fuerza para continuar con esa educación en valores”, transmitió el director.