Un embajador de la música que cumple un gran sueño

La capital nombra Hijo Adoptivo al cantante linarense Raphael y a Pedro Almodóvar, famoso director de cine

12 abr 2018 / 09:07 H.

Un sueño cumplido”. Esto es lo que siente “el ruiseñor de Linares”, Raphael, tras recibir el título que lo distingue como Hijo Adoptivo de Madrid, un reconocimiento que este “icono y artista de talla internacional”, como lo definió la alcaldesa de Madrid, Manuela Camena, recogió ayer y que le hace sentir cantante “español, europeo e hijo adoptivo de Madrid”, tal y como recogen las palabras del linarense. “Lo he deseado con todo mi corazón, se me nota mucho”, afirmó Raphael al mismo tiempo que recordó cómo fue su llegada a la capital española, “entrando en la Iglesia de San Antonio cuando probaron si valía o no para cantar”.

El antiguo salón de plenos de Plaza de la Villa se ha llenado de familiares, artistas y representantes institucionales que han gustado de acompañar a Raphael en el día en que recibió la distinción como Hijo Adoptivo de Madrid. Así, su mujer Natalia Figueroa; dos de sus tres hijos, Jacobo y Manuel; amigos del artista como Alaska y Mario Vaquerizo; el presidente de Ciudadanos (Cs), Albert Rivera; o su consuegro José Bono, no han querido perderse el emotivo acto.

Por su parte, Carmena destacó la “sana ambición y tenacidad” de un cantante cuyas interpretaciones han marcado a “tres generaciones”. El artífice de temas como “Yo soy aquel” o “Escándalo” ha recordado cómo fue su llegada a la capital, procedente de Linares. “Canté y me quedé solista de voz primera, y al ser solista de coro tenía muchas actividades, me llevaban a que cantara a Jesús de Medinaceli y comencé a ver los teatros de soslayo, el cine Pompeya o el Avenida. Empecé a meterme en ese ‘mundillo’ para el cual estaba predestinado”, rememoró.

En este sentido, aseguró que fue un día, en un teatro cercano a Cuatro Caminos, en las cocheras de los tranvías, cuando decidió que él sería de “los que están arriba actuando” tras ver “La vida es sueño”. “Mis padres no se pusieron en contra, me dejaron hacer lo que yo había elegido”, subrayó el polifacético cantante linarense, que puso en valor una deuda que, según él, tiene con Madrid, una ciudad que le ha brindado “todas sus oportunidades”. Así, fue en la capital donde firmó su primer contrato, ofreció su primer concierto y grabó la primera película de su faceta como actor. Una serie de hechos por lo que Raphael considera Madrid como su “ciudad talismán”. En definitiva, un reconocimiento a una trayectoria artística muy ligada a la capital del país.