Un viaje hasta el siglo III antes de Cristo para recrear Cástulo

Linares viaja en el tiempo, durante todo este fin de semana, hasta el siglo III antes de Cristo. El municipio minero retrocede para reencontrarse con sus orígenes en estas “IV Fiestas Íbero–Romanas”, y esos orígenes estaban en Cástulo. Unas fiestas que vivieron su día grande durante toda la jornada de ayer, que se prolongó desde la mañana hasta más allá de la medianoche.

Desde las 11:30 horas se pudo disfrutar del torneo de tiro con arco en la Plaza del Ayuntamiento, que se ha convertido en el centro de los acontecimientos y en lugar de levantamiento de un campamento completamente decorado con tiendas engalanadas, legionarios uniformados a las órdenes del “optio”, que recrean el día a día de las tropas del imperio romano.

La misma plaza la abarrotó gran cantidad de curiosos visitantes para presenciar, a las 19:30 horas, uno de los momentos más reseñables que condujeron la historia de esta ciudad. La princesa íbera Himilce y el general cartaginés Aníbal forjaron, con su matrimonio, una alianza entre ambos pueblos al comienzo de la Segunda Guerra Púnica. Al “Canto a la Alianza” acudieron también más de setenta cartagineses, provenientes del municipio hermanado con Linares.

Tras el acto de unión, las legiones romanas partieron desde su campamento en un espectacular desfile de celebración tras la victoria en la batalla. Los linarenses disfrutaron de la marcha de íberos, cartagineses y romanos ataviados con el vestuario típico de la época, en su recorrido hasta la el gran “Circus Maximus”, situado en la plaza de toros de la ciudad de las Minas.

Fue la gran cita del sábado, cuando las gradas abarratadas del coso de Santa Margarita se convirtieron en un auténtico circo romano. Los gladiadores, ovacionados por el pueblo linarense, se batieron en la arena a espada y lanza hasta que solo el vencedor se ganara la vida y, con ella, la libertad.

Tras la fiesta desarrollada sobre la arena se produjo la vuelta del desfile hasta la Plaza del Ayuntamiento, que de nuevo se convirtió en el centro neurálgico de Cástulo para realizar la ofrenda a los dioses. Los gladiadores y legionarios de las tres civilizaciones protagonistas del día realizaron, a medianoche, la solemne liturgia de ofrenda a los dioses para agradecer el fantástico combate del que acababan de sobrevivir. Además de las actividades de carácter histórico a lo largo del día, cabe destacar la elevada e intensa participación de la ciudadanía y de los comerciantes de Linares. Casi trescientos establecimientos se han unido durante este fin de semana a las fiestas temáticas, con decoraciones especiales. También treinta y dos bares y cafeterías de la ciudad, que han organizado su particular ruta gastronómica, con productos propios de la época romana.