Amor eterno a la Reina de la Villa

No es la patrona pero, para una multitud de marteños, significa aún más; es su Reina y la alcaldesa perpetua de la ciudad. Y la devoción que le profesan quedó bien demostrada durante el Martes de Pascua, cuando María Santísima de la Villa, “alumbrada” por cientos de personas, caminó en procesión y “bendijo” al pueblo.

22 abr 2014 / 22:00 H.


En Martos no se acaban los desfiles después de la Semana Santa. Nada más empezar el tiempo de Gloria, miles de vecinos, residentes en Martos y en otros rincones del país, tienen una cita con María Santísima de la Villa. Y, con motivo de esta festividad, el casco antiguo se convirtió en un “hervidero de gente”. Ese movimiento se observó desde el pasado lunes, con el segundo día del triduo y el besamanto. Por la noche, se vivió otro momento muy especial. Los hermanos mayores, Antonia Olid y Ramón Romero, ofrecieron a los vecinos un “regalo”: un espectacular piromusical a cargo de la empresa marteña Pirotecnia Sánchez con el que se alumbró el santuario y sirvió para dar la bienvenida al Martes de Pascua. Y esa jornada tan especial comenzó por la mañana, con una eucaristía concelebrada por varios sacerdotes en el santuario de la Virgen y presidida por el párroco de la iglesia de San José de Calasanz del madrileño barrio de Vallecas, Luis Miguel Mota.
El templo, que se contempla prácticamente desde cualquier punto de la ciudad, se quedó pequeño para esta celebración que, como es habitual, contó con integrantes de la cofradía de la Virgen de la Villa de Vallecas, vecinos y familiares de esos marteños que un día, por motivos de trabajo o por otras circunstancias, tuvieron que dejar el lugar donde nacieron, pero que siempre proclamaron el amor a la Labradora. Todos quisieron compartir ese día tan especial con los hermanos mayores y con la junta directiva y, a mediodía, después de los cultos, se celebró el habitual “refresco” y la asamblea en los salones Morys, donde se trataron diversos asuntos de la cofradía. También durante la comida se destacó que habrá actos para conmemorar el cincuenta aniversario de la coronación “por parte del pueblo” de la Reina de Martos y se puso de manifiesto el aumento de nuevos miembros en esta formación, que en la actualidad cuenta con más de mil hermanos.
El momento más esperado llegó entrada la tarde cuando, después del triduo, la Labradora salió triunfal, entre el repique de campanas y una multitud de aplausos, y se dirigió hacia el mirador para “bendecir” al pueblo. Una multitud se congregó en la zona y comenzó a caminar junto a la imagen que, en todo momento, fue iluminada por las “alumbradoras”, como se le conoce popularmente en la ciudad a las personas que, con velas, acompañan a la Virgen durante toda la procesión. Representantes de la Corporación Municipal, la Guardia Civil y la Policía Local también estuvieron presentes en una fiesta que fue concedida por el rey Felipe V en el año 1736. La “alcaldesa perpetua”, con manto azul y flores blancas, llevada por anderos al ritmo de la Agrupación Musical Maestro Soler, alegró la Pascua e inundó de fe el casco histórico marteño.