Unos quinientos perros toman el “testigo” de los corredores
Espectacular estampa de canes en el primer Paseo Proadopción San Antón
El estreno superó las expectativas. Más de quinientos cincuenta perros participaron, acompañados con sus dueños, en el primer Paseo Proadopción San Antón, organizado por el Pacma.
Chio, Nina y Chop tenían algo en común: buscaban a una persona que se hiciese cargo de ellos. Igual que Bilbo y Senda. Los canes partieron desde la Plaza de Jaén por la Plaz. Allí se inició un recorrido que los llevó a la de la Constitución. En el centro de la ciudad abundaron los ladridos. Era una fiesta con mensaje, pues apelaba a la solidaridad con los animales.
Protectoras de la provincia como Galgos 112, Abyda (de la capital), Felican (Úbeda), Villapeludos (Villargordo) o la Asociación Protectora de Jódar colaboraron en una cita cuya puesta en escena pareció continuar la prueba humana del día anterior en honor, precisamente, del patrón de los animales. En el Pacma no daban crédito: corros de perros con sus dorsales se amontonaron en el punto de meta. Círculos “en sociedad”. Les faltó hablar entre ellos. Hubo puestos atendidos por voluntarios de las protectoras.
Los jiennenses interesados en formalizar una adopción tuvieron la oportunidad de hacerlo con la documentación necesaria. Algunos canes estaban presentes; otros lucieron en fotografías estupendas. “Nosotros esperábamos una afluencia de entre cincuenta y cien mascotas”, reconoció Manuel Serrano, coordinador local del Pacma, en declaraciones a Diario JAÉN. Falló el pronóstico, no la organización: impecable. Los vecinos que transitaron por la zona aprovecharon el “mosaico” de razas: aquí un pastor, allí un caniche. Brilló la diversidad. Llamó la atención ver a un perro con tres patas cruzar un paso de peatones. Nadie quería perdérselo.
El Pacma, que asegura que la precipitación de las elecciones generales alteró su calendario, volverá a repetir carrera canina el año que viene. Hasta entonces no varían los retos: fomentar la adopción (y no la venta entre particulares), el “sacrificio cero” y abolir la fiesta de la pava de Cazalilla.