Adiós
Jaén

Hay quien aún se pregunta qué ocurre para que la provincia de Jaén esté perdiendo a sus habitantes de forma vertiginosa. Cada vez son más los que deciden salir de nuestra tierra en busca de un futuro mejor, algo imposible de encontrar en esta comarca acostumbra a reivindicar poco, a pedir poco, a exigir menos. Es curioso cómo Jaén, que podría situarse por riqueza cultural y natural a la cabeza de otras muchas provincias, se encuentre en la más absoluta ruina evolutiva, económica y social. Hay quienes culpan a los de atrás, otros a los de delante. Hay quienes culpan al tranvía o las obras inacabadas. Hay quienes justifican el descenso de población jiennense basándose en los datos del INE, Instituto Nacional de Estadística, pero la realidad a pie de calle es que la desesperanza y la falta de empleo está haciendo que sobre todo los jóvenes hagan sus maletas y se marchen, casi sin mirar atrás, con la vista puesta en cualquier país europeo en auge que les de calor y los abrace en la promesa de un futuro de oportunidades, ese que su tierra es incapaz de ofrecerles, ese que nuestro sistema político es incapaz de hacer crecer.