A falta de pan...

Dice el refrán que, a falta de pan, buenas son tortas. La configuración de la nueva Junta de Andalucía, compendiada entre el Partido Popular y Ciudadanos, dejó a la provincia, por primera vez en la historia de la democracia, sin consejero. Ni de un bando ni de otro. A la oposición, que ahora lidera el Partido Socialista, le faltó tiempo para enviar un comunicado de prensa en el que echó leña al fuego en el primer combate político del Gobierno del cambio. Tampoco hicieron palmas quienes dirigen la sede de la calle San Clemente, pero el conformismo imperó por culpa de la disciplina. Quienes esperaban el “ring”, en el que pocos confiaban, se quedaron con la miel en los labios y a la espera de una segunda oportunidad. En la regional, la orgánica, se apresuraron a dar explicaciones en una conversación informal con su representante jiennense a quien prometieron el “oro” de una viceconsejería. Catalina García Carrasco, de Jimena para más señas, será la única jiennense en el equipo de Juan Manuel Moreno, Juan Marín y compañía. Los asuntos de salud, que no son pocos, caen sobre una mochila que está cargada de asignaturas pendientes y promesas como la Ciudad Sanitaria.

Los escalafones más altos ya están cerrados. La prioridad, ahora, está en cubrir la enorme cantidad de puestos que quedaron libres en los servicios centrales de la Junta de Andalucía. De viceconsejero para abajo, hay una tarea hasta ahora inédita: ocupar los espacios de poder que el PSOE tenía automatizados tras más de treinta y seis años de gobierno continuado en la autonomía más poblada de España. Habrá que esperar al Consejo de Gobierno del 5 de febrero para el nombramiento del que será el segundo gran combate: los delegados territoriales. Está confirmado que serán siete las plazas que tendrán nombre y apellidos. La Delegación del Gobierno será repuesta por alguien del Partido Popular, lo mismo que Salud, Agricultura y Fomento. Ciudadanos hará lo propio en Igualdad, Educación y Empleo. Está claro que, después de la reducción de nombramientos en busca de la imagen de austeridad, cada área tendrá unos cuantos apéndices más, en modo multitarea. Suenan candidatos aspirantes a representar a Jaén en el Ejecutivo de “Juanma” para los amigos. La dirección provincial, que encabeza Juan Diego Requena hasta la presente, sí tendrá vela en este entierro. Las decisiones, para este asunto que hay entre manos, serán consensuadas. El caso es que, en el bando popular, el “quid” de la cuestión está en despejar la duda de si la parlamentaria Maribel Lozano quiere dejar su carrera en Sevilla o no. Hay que tener en cuenta que ella fue la elegida por la dirección regional para encabezar la lista a las elecciones autonómicas por Jaén. Si deja su escaño, el secretario general y alcalde de Los Villares, Francisco Palacios, se estrenará en el Parlamento. Si no lo abandona, él también puede ser candidato a la Delegación del Gobierno. Él o Miguel Contreras, preparado para cualquier batalla política fuera del Ayuntamiento en el que es concejal. Para Salud, la baezana Trinidad Rus parece la aspirante perfecta, lo mismo que Agustín Moral, de Villatorres, en Agricultura. Hay más nombres encima de la mesa: Elena González y Jesús Estrella. En el otro bando, en Ciudadanos, salvo sorpresa de última hora, será una profesora de la Universidad la delegada de Educación. Todo parece indicar que la marmolejeña Raquel Morales también entrará en escena, lo mismo que el iliturgitano Pablo Quesada y puede que la quesadeña Marián Adán. Quinielas que cobran fuerza a medida que se acerca la fecha del sorteo.