A mi amigo Pepe Aranda

16 mar 2016 / 17:00 H.

Aquella tarde que me llamaste para decirme que tu madre había muerto, mientras bajaba al tanatorio, se arremolinaron en mi tristeza muchas imágenes acumuladas, desde aquel curso del año 80 que nos conocimos en la clase de primero del BUP del instituto masculino. Al sentarnos por orden alfabético, fue inevitable la coincidencia. Desde entonces, nuestras vidas han sido el reflejo de otras muchas de nuestra generación. Aquellas tardes de fines de semana, en los “vicios” de la esquina de la calle Navas de Tolosa, estirando las pocas pesetas de paga que teníamos en los bolsillos. Aquellas películas en el Asuán, Darymelia o Alkázar, y los intentos por aparentar más edad para evitar las limitaciones a la entrada. Los paseos con las pandillas, las primeras novias, los fines de semana escuchando a Elvis o a John Denver en el tocadiscos de tu casa, los viernes de Sarmientos. Acabado COU, tú te fuiste a estudiar Derecho a Granada. Yo me quedé aquí tratando de sacar asignaturas de Económicas en el centro asociado de la UNED. Acabamos a finales de los 80, y tú volviste a Jaén y yo me fui a Madrid, como miembro de aquella diáspora que no hemos sido capaces de evitar que se reproduzca de nuevo en nuestra provincia. La distancia no evitó que quedáramos aquí los fines de semana, en la zona de las tascas, en “El tren”, en “El patillas”, ya acompañados de nuestras novias formales. Y a cada uno nos llegó el momento de casarnos, de tener hijos, de seguir compartiendo buenos y, también difíciles momentos. No puedo olvidar cuando te pedí un viaje a Madrid, al presentarte al día siguiente, dejando tus obligaciones profesionales y acompañándome al Registro Civil. Y nuestros hijos siguen creciendo, a la vez que nuestras canas, dolencias y achaques. Con unas cuantas arrugas faciales, con más jirones en nuestros curriculums, somos el producto de nuestros aciertos y errores, de nuestras buenas y malas decisiones. Es muy reconfortante que sigas siendo parte de mi vida. Un fraternal abrazo, mi buen amigo.