A ver si nos aclaramos

Ni que decir tiene que nuestro dialecto andaluz tiene sus características perfectamente definidas y así debe ser respetado. Pero si pretendemos que se nos respete y no queremos escuchar comentarios hirientes por parte de algunos, lo mínimo que debemos hacer es cuidar nuestra forma de expresarnos. No hace mucho tiempo, una cadena de televisión de ámbito nacional entrevistó a un alto cargo de la Junta de Andalucía. No sé qué pensarían los periodistas que estaban escuchando los razonamientos por otra parte interminables, pero yo sentí vergüenza ajena. Cuando una palabra era un poco más larga, se mezclaban el seseo y el ceceo de manera que el resultado era algo incomprensible. Tanto el uno como el otro son respetados desde siempre, pero no podemos dar esa imagen y después manifestar nuestro descontento cuando se nos critica. Las formas hay que cuidarlas, porque es la mejor manera de manifestar que estamos orgullosos de nuestro dialecto. Andaluces y satisfechos de serlo, por eso debemos empezar a cuidar la forma de expresarnos. Esta será nuestra mejor carta de presentación.