A vueltas con el 155

21 oct 2017 / 11:18 H.

No lo conocía ni el lucero del alba. Se ha puesto de moda con la movida catalana y no se habla de otra cosa, como si no pasaran cosas todos los días. Si me apuran, tan importantes o más que el asunto de marras, que es claramente ilegal y no lo reconoce ni el Potito. Pero en estos tiempos tan turbios y aprovechando el tirón, ha aparecido el otro nacionalismo, el patriotero y rancio, que nos devuelve a tiempos pretéritos, vamos, al franquismo puro y duro disfrazado con tintes demócratas. Me da vergüenza ajena ver cómo hablan de democracia, libertad y constitucionalismo personajes que no se lo han creído en su vida y que si se han acogido a él es porque no les quedaba más remedio. Pero el algodón no engaña, aún tenemos memoria histórica. La Constitución Española tiene otra serie de artículos bastante más importantes, que están muertos de risa desde que se aprobaron. El 35 dice que “todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo”. El 47: “todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada”. Todo esto me recuerda un estribillo del Carnaval de Cádiz, que decía: “¿Y tú qué, papas o bistés?”.