Abocados a los pactos

01 abr 2019 / 11:39 H.

No serán los únicos que aparecerán en las papeletas que los jiennenses tendrán que elegir en las elecciones del 26 de mayo, pero lo más probable es que sí se conviertan en los principales rivales antes y después de las urnas. De hecho, ya lo son. En lo único que coinciden es en la reivindicación del bipartidismo, porque no corren buenos tiempos para la lírica del Partido Popular y del Partido Socialista y sí para otras fuerzas emergentes con tendencias respetables. Javier Márquez, que juega con la ventaja del conocimiento por el hecho de ser el actual alcalde, mirará con lupa los resultados de Julio Millán, que juega con la ventaja de la frescura de un recién llegado. Sin embargo, la competencia estará en un tercero y, si no fallan los pronósticos, con nombre de mujer: María Cantos. No está proclamada como candidata de Ciudadanos, una fuerza política que mueve los hilos de las provincias desde Madrid y que, por interferencias de las elecciones generales, dejará para el final la bendición de la aspirante al bastón de mando. No obstante, en la foto fija del momento será ella, y nadie más que ella, quien tenga la llave de la gobernabilidad.

Ahí estará la clave. No hay encuestas que revelen el reparto de escaños en la Plaza de Santa María y, si las hay, guardadas en un cajón están porque no interesa ver la dura realidad. Tocado el bipartidismo, quizás por culpa del desencanto ciudadano con los políticos, misión imposible resulta conseguir una mayoría absoluta que dé tranquilidad a quienes están detrás de dirigir el salón de plenos. Como consecuencia, con la resaca electoral como escenario, los representantes de diferentes signos políticos se verán obligados a sentarse y negociar un equipo de Gobierno. ¿A quién respaldará María Cantos, si es que finalmente es la candidata de Ciudadanos? Hay que recordar e insistir en que todavía no lo es y que, en esto de lo público, hasta el rabo, todo es toro. Hay mutismo en torno a un asunto con más espinas que un rosal, porque lo políticamente correcto es proclamar a los cuatro vientos que, como los toreros, cuando alguien salta al ruedo es para matar al toro, no para dejarlo herido. Es decir, que María Cantos, lo mismo que Javier Márquez o Julio Millán, acuden a las urnas con la intención de ganar sin necesidad de tener que abrochar pactos. Serán los ciudadanos, con su voto, los que decidan si, finalmente, la agrupación naranja tiene la clave en este delicado asunto. ¿Qué ocurrirá? En las elecciones municipales de 2015, la consigna del partido de Albert Rivera fue dejar gobernar a la lista más votada. Lo que ocurre es que, visto lo visto, en una capital en la que las “gatas” resultaron “gatos” —hubo estampida de tres concejales que, hoy en día, van por otros derroteros—, será una Comisión de Pactos la que determine cada caso y, en este sentido, María Cantos luchará por la autonomía para tomar una decisión con la que tendrá que ser consecuente. No se decanta ni por uno ni por otro, pero su pasado y su presente demuestran su “rebote” con la situación actual de la ciudad y su filin con una plataforma que reivindica que Jaén merece más. De ese movimiento saldrá una candidatura que ya tiene perfectamente diseñada.

En ello está también Javier Márquez. Despejada la duda del número dos, con un letrado de reconocido prestigio, queda por cerrar quiénes de los actuales continúan y quiénes se incorporan a un proyecto político en el que lo más complicado consiste en gestionar una deuda que supera los quinientos millones de euros. El alcalde busca perfiles similares al de Manuel Bonilla, quien ya está convencido para continuar.