Acceso al Museo Provincial

30 jun 2016 / 18:00 H.

Dicen que el carácter del Jaenero es el de un pueblo poco beligerante y muy conformista, que fanfarroneamos de lo que vamos a hacer y decir, y cuando llega la hora de la verdad nos desinflamos como los globos. Algo de verdad tienen, porque cuando no nos movilizamos en su día para forzar que los tres grandes proyectos se ubicasen en los lugares correctos, es decir: el teatro Infanta en el solar del Museo Íbero, el museo Íbero en el solar de la Ciudad de la Justicia, y la Ciudad de la Justicia en el solar del Teatro Infanta. Si con esto no nos movilizamos, creo que no nos movilizaremos nunca. Los motivos estaban claros. El solar de la Ciudad de la Justicia es por sí solo un magnífico museo, que con solo barrerlo ya podría ser la envidia de otros. En él se encuentran restos en perfecto estado de tres culturas, solo poniendo un metacrilato ya tendríamos un museo, y repito, no hay que tocar nada, los restos están intactos. El teatro debiera de estar en el centro, ya que se va con más asiduidad que a un museo, y la Ciudad de la Justicia, en el solar del teatro Infanta, que está próximo a los juzgados actuales. Desde aquí lanzo una idea que cualquier persona que tenga negocio conoce. Un local para un comercio se busca en una calle céntrica y sin escalones, ya que estos frenan la entrada de los posibles clientes. Tenemos en el corazón de Jaén un Museo Provincial al que entra poca gente, y eso que continuamente está con exposiciones temporales para animar al respetable a acercarse. Pues si nos damos cuenta, no es que tenga un escalón, es que tiene un paredón que da hasta miedo mirarlo. Se me ocurre que se podría hacer un proyecto para darle entrada a ras de calle, solo con el destierro saldrían varias salas sin ser un costo elevado, incluso se podrían utilizar esas nuevas dependencias para albergar algo relacionado con la cultura que sea fuertemente llamativo y sugerente. Estando ya dentro se ha roto la barrera visual y te desplazas sin pensar ni en subidas ni en distancias. Ahora solo falta el político que le dé forma a la idea y se la apunte, yo con gusto se la regalo.