Actualizar un Sacramento

Acompañando a Celia en el día de su Confirmación, me di cuenta de que hay formalismos que tras el transcurso del tiempo (y no hablo solo de unos pocos años) no han cambiado ni en el proceder ni en el hacer. Y compartiendo ese momento con un montón de chavales jóvenes que voluntariamente habían decidido reafirmarse en su fe cristiana, intenté empatizar con lo que sentirían al presenciar y protagonizar un acto con tanta importancia como es ser consciente de lo que al nacer hicieron y decidieron tus padres por ti mismo. La Iglesia, como el resto de las instituciones, debería proponerse actualizar su pensamiento, al igual que las costumbres también se actualizan sin que por ello pierdan su sentido, para que la juventud motivada por esos principios pudiera encontrar ese punto en común que les une. Formas y frases que distan mucho de una realidad más sencilla que pide ser entendida y entender el porqué de esa razón. La humildad empezaría por ese reconocimiento, base fundamental para la construcción de unos buenos principios.