Ahora

03 ene 2019 / 10:38 H.

Ahora, momento en el que comienza el Nuevo Año, estragados de comidas suculentas y copiosas; estragados de una alegría impostada y de luces incandescentes colocadas en todos sitios. Ahora, cuando todos tenemos en nuestra mente noticias estremecedoras que hacen dudar de la bondad del género humano, entremezcladas con el colorido reinante que dará paso a la rutina de la realidad el día ocho de enero. Cuando en todas las familias, sin llegar al extremo de la calamidad, tenemos sentimientos encontrados porque vivimos alegrías, pero también penas. Cuando cada uno guarda en su interior algún anhelo o verdadero deseo de empezar aquello que nunca hizo y sabe que está pendiente de hacer. Ahora, en el escenario cambiante que nos ofrece el diario de la vida, en la que los actos se suceden sin ningún orden establecido, y si se establece, lo decidido hoy puede ser inútil mañana. Ahora, digo, que este ha de ser un buen momento para recordar esas muchas cosas que quedan por hacer y por las que luchar —dice mi amiga Yolanda, a la que admiro— y que la fortaleza y la presencia de ánimo tiene que presidir cada uno de los actos de nuestra vida. Pese a todo. Ahora. Siempre.