Ahorrar en política

15 feb 2018 / 09:21 H.

Creo que las televisiones están haciendo una extraordinaria labor para que los ciudadanos podamos rebajar el recibo de la luz. Son tan escasamente imaginativas y creativas, tan reiterativas, ramplonas y tan poco ejemplarizantes que, yo al menos, cada día tengo el televisor más tiempo apagado. Y es que, además de unas programaciones poco atractivas en su mayoría, te encuentras con las sandeces que sueltan en los informativos los políticos, sin distinción de cargo ni de partido. Ya se está viendo en las encuestas la paupérrima valoración que los ciudadanos dan a los líderes. Ninguno de ellos llega al aprobado. Es igual, ellos no se dan por aludidos y siguen a lo suyo, a resolver sus propios problemas y los de sus partidos, sin que los ciudadanos merezcan un mínimo de atención. Mariano Rajoy está a la baja y está llevando a su partido en caída libre, sin paracaídas. Uno podría pasar de esta noticia a no ser porque, en su caída, está arrastrando el futuro de miles de españoles. Rajoy no sabe gestionar la ola de corrupción de su partido. Y digo que no sabe porque sería mucho peor pensar en que sabe la solución pero no se atreve o no quiere ponerla en práctica.

Aunque se nos diga que las cosas están mejorando, no se mejora a los que peor están, y la desigualdad social es cada día mayor. No se atienden debidamente las parcelas básicas. Millones de personas no tienen trabajo y, a la mayoría, de los que sí lo tienen, no les llega el sueldo a fin de mes. Los científicos se marchan de España porque el Gobierno ha reducido en un 30% la ayuda a la Ciencia, con lo que las patentes españolas han caído un 60%. Casi todo lo más básico está en vilo, como las pensiones.

Y, a pesar de este panorama sombrío, trágico para muchas familias aún, Mariano Rajoy se asoma a las televisiones aconsejando que los trabajadores ahorren para poder reforzar su futura pensión. ¿Esto es un chiste? Pues ha hecho muy poca gracia a tantas familias como viven rayando la indigencia. Una manera de ahorrar sin que de lo que prescinde se note, es en política. Sobran miles de políticos en este país que no solamente no justifican su buen sueldo y no aportan nada a la nación sino que, encima, no pocos de ellos se llevan lo que pueden. Aligerar organismos gubernamentales y administrativos de prebendados enchufados y parásitos sería una buena manera de empezar a ahorrar.