Al servicio de la Abogacía

15 nov 2017 / 10:16 H.

Entiendo los medios de comunicación como el sistema más eficaz de transmitir noticias de interés para una sociedad. Y créanme que estoy absolutamente convencida de que es una gran noticia, para la sociedad jiennense, lo que paso a informarles: El Consejo General de la Abogacía Española, integrado por los ochenta y tres Colegios de Abogados de toda España, a través de su Pleno, aprobó, la pasada semana en Madrid, y por unanimidad, la concesión de las medallas al mérito al servicio de la Abogacía, para dos letrados de Jaén, don Juan José Ruiz de Adana y Bellido y don Carlos Jiménez Sánchez-Cañete. Semejante distinción honra y expresa agradecimiento nacional por la trayectoria y dedicación de quienes la han merecido. Es la máxima distinción que puede recibir un letrado en nuestro país por su dedicación y entrega a la Abogacía. La noticia es excelente, pero para entenderla en toda su dimensión, merece ser ampliada e indicar que, tan solo se han aprobado cinco para toda España, de las cuales, dos han venido para nuestra provincia. Y es que, creámoslo, no hay duda de que somos buena tierra para cosechar muy buenos abogados. No creo que vaya a descubrir nada nuevo bajo la sombra de nuestros olivos si les digo, que la carrera profesional de estos dos compañeros es muestra viva de la defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos, de los deberes deontológicos y éticos de los abogados y del compañerismo y respeto con los colegas rivales de cada momento. Constituyen un referente de lo que es y de lo que queremos que sea la Abogacía y los profesionales que la ejercen. En tan meritada decisión, han debido tenerse en cuenta su inteligencia, generosidad y sencillez. Para ellos y sus respectivas familias, debe ser un estímulo y aliciente para la continuación de su trabajo, en el día a día. Para el Colegio de Abogados de Jaén es una satisfacción y honor tenerlos entre nuestros colegiados. Es en estos precisos momentos cuando, los que nos dedicamos al ejercicio de la abogacía, debemos recordar con regocijo lo que en su momento manifestó Voltaire “Yo hubiese querido ser abogado, la más bella profesión del mundo”.