Amigos para siempre

12 feb 2018 / 10:20 H.

Fue uno de los fichajes estrella de Miguel Moreno cuando el alcalde de Porcuna decidió inmiscuirse en la complicada tarea de democratizar el Partido Popular de Jaén e insuflar aires nuevos en una encorsetada organización política. Marián Adán, una joven quesadeña con una proyección política interesante, subió al barco de la aventura con la intención de ser partícipe en el intento de cambiar el rumbo de los acontecimientos. Llegó a ser candidata a la secretaría general en la candidatura con la que el líder de la corriente crítica se presentó al congreso en el que perdió la presidencia por culpa del voto de los compromisarios. Era la número dos de un movimiento integrado por alcaldes, diputados, concejales y militantes de base. También portavoces en los ayuntamientos, en el lado de la oposición, en el que se encuentra ella. La noche de los teléfonos, aquella eterna madrugada del 25 de enero, ella estaba con él. Su intención era seguir sus pasos, abandonar el partido y pasar a los no adscritos. Al día siguiente, cuando la dirección regional descolgó el teléfono para frenar la estampida, cambió el discurso. Estaba con él, pero dentro de una fuerza política contra la que mantenía una encarnizada lucha. Y, ahora, dolida por un acuerdo en el que no ve reflejadas sus pretensiones, regresa al manto de Miguel Moreno. Rectificar es de sabios. Dice el refrán.

Hoy mismo hará efectiva su decisión. No estaba en sus planes romper el carné con el que buscaba ser la alcaldesa de su pueblo. Sin embargo, la necesidad obliga y, después de sentir la orfandad política en su propia piel, se une a su amigo para siempre, quien no cabe duda que la recibirá con los brazos abiertos en la recién creada plataforma “Jaén Adelante”. Recapitulando. El Partido Popular se partió en un congreso provincial en el que se enfrentaron dos movimientos: el de Juan Diego Requena, el oficial, contra el de Miguel Moreno, el crítico. El problema es que en la primera vuelta, en la que votaron los afiliados, ganó el alcalde de Porcuna y, en la segunda, salió elegido presidente el alcalde de Santisteban del Puerto. Ahí empezó una dura batalla que terminó en una demanda judicial que sigue adelante. Por el momento. Después de dimes y diretes para no dormir, la dirección regional medió en un eterno conflicto y puso a negociar a las dos partes. No hubo acuerdo. Miguel Moreno decidió abandonar el Partido Popular y, con él, tres alcaldes más, una cuarentena de concejales y centenares de militantes.

Su número dos, presionada desde Sevilla para calmar la espantada, sorprendió con continuar desde dentro para llegar a una negociación que está a punto de ser rubricada. La dirección provincial remitió el jueves pasado un acuerdo que satisface a los críticos que se quedaron. A todos menos a ella. La propuesta de integración, que plantea la creación de una vicesecretaría general adjunta, limitada para un alcalde, no cumple sus expectativas. También propone seis vicesecretarías más, una Ruta Social, vocales de libre designación, secretarios de área... En total, 47 cargos de los 134 existentes en el Comité Ejecutivo Provincial para lograr el fin de la confrontación. Y, lo más importante, acepta que el nuevo congreso sea mediante el sistema de elección de un militante, un cargo. Marián Adán se desmarca después de recorrer gran parte del camino. Se va sola. No está de acuerdo con el peso que reciben los críticos en esos folios en los que aparece subrayada la palabra “democracia”. En San Clemente están convencidos de que el problema es que quería ser vicesecretaria general. Lo que está claro es que sus compañeros de fatigas aceptarán las encomiendas escritas por la dirección para continuar bajo el manto protector del aparato contra el que batallaron.