Anatomía
de un instante

06 nov 2017 / 10:27 H.

Es un magnífico libro de Javier Cercas sobre el golpe de Tejero condensado en el momento en que Adolfo Suárez permanece sentado la tarde del 23-F mientras las balas zumbaban a su alrededor en el hemiciclo del Congreso. Tras la gallardía inicial del Rey sin tener quien le siguiera “en caliente” hemos tenido peor suerte; el golpe catalán ha carecido de “gradeur”, “mise en scene” y estética; al contrario, los mediocres personajes lo han hecho cuanto peor, mejor; vergonzantemente. Todo ha ido sucediendo a cámara lenta, sin principio —el Parlamento en septiembre sacó los pies del plato— ni final —la misma Cámara vota en secreto la independencia—; el público aburrido. El dúo de figurantes escurriendo el bulto, prefigurando la defensa, pacifistas y hasta píos; la huida y el “sálvese quien pueda”. La historia de que presumen: los 800 años, “Wifredo el pilós” y Roger de Lauria merecían otra épica y más dignidad. El propio 155 “light” y a plazo fijo de 55 días suscita más dudas que esperanzas; en tan breve plazo ni Soraya —ni Jasón— pueden desmontar un régimen clientelar basado en el adoctrinamiento. Es de temer que entre unos y otros, queriendo o sin querer, haya triunfado el “golpe blando”, sin pacto del capó. No tendrá quien lo escriba.