Andaluces, levantaos

01 mar 2017 / 10:57 H.

Música, colores, vistosidad y alegría, fueron escenario de nuestro “patio andaluz” que se llenó de bailes, poesía y encanto. Encanto que destila nuestra Andalucía”. Esta es una nota de prensa cualquiera de la celebración del Día de Andalucía en nuestros colegios. Como en los años ochenta, tal vez con menos banderas, seguimos enalteciendo nuestra cultura, folklore, tradiciones, tipismo, productos, himno. Seguimos resaltando, con ese chovinismo importado e impostado, lo graciosos, lo alegres, lo felices que somos los andaluces. Lo conformes. Y está bien todo esto, pero sin olvidar dónde estamos en el conjunto de España en todos los sentidos, sin seguir alimentando esa imagen estereotipada, y equivocada para el conjunto, que se tiene por ahí de Andalucía, sin nadar en la complacencia, porque si no, ¿para qué cambiar si tenemos las palmas y la pandereta para la charanga tan a mano? Seguimos celebrando como si fuera el mayor de los logros que Andalucía consiguiera su Estatuto de Autonomía por el artículo 151, como la más autosuficiente y especial, en el sentido de sentirse distinta, superior, de las regiones de España. Y bien, ¿adónde hemos ido a parar? Con la evolución normal, más o menos donde estábamos, en el furgón de cola de esta España en la que, de tanto exaltar las diferencias, cada día resulta más difícil encontrar las coincidencias. La letra de los himnos se queda obsoleta pero el espíritu se mantiene. ¡Andaluces, levantaos! Ese grito tiene que seguir saliendo con fuerza, no para seguir invocando el victimismo y la solidaridad desde las posiciones más precarias, sino para invocar nuestra entrega, nuestro esfuerzo común, la rebeldía frente al conformismo y un afán de superación que nos sitúe en el otro plano, en el de decir que la solidaridad debe empezar por uno mismo. El Día de Andalucía es un buen día para recordarnos dónde estamos y reivindicar compromiso; compromiso individual: luchar contra un previsible y adverso destino, esforzarme para mejorar mi educación, para lanzar mis aspiraciones y mi afán emprendedor, y compromiso común para sacar a Andalucía de ese estado permanentemente subsidiado. Así puede que llegue el día en que la celebración a la manera actual alcance pleno sentido.