Año nuevo, vida nueva

Nunca mejor dicho. Estrenaré el 2019 con una vida no elegida, a mis casi 63 años voy a estrenar una modalidad, que no es otra que la de engrosar las filas del desempleo gracias a la generosidad de mi empresa, tras veintinueve años dejándome el pellejo. No había estado en paro en mi puñetera vida y a la vejez, viruelas. Pero visto lo que ha pasado en las elecciones andaluzas, creo que tendré compañeros ilustres. Ya se sabe que cuando no hay pa tós, hay patás. La derecha de siempre nos va a gobernar con el apoyo de la ultraderecha de toda la vida, menudo panorama. Ahora los vamos a ver torear en su salsa, a pecho descubierto, y nos vamos a enterar de lo que vale un peine de carey. Así que la inquietud es tremenda, pero no esperemos milagros pues a los de siempre nos volverán a dar por donde gotea la jarra, de una manera o de otra. Además podremos ver cómo toda la inquina que tenían atrancada, ese requesón caducado, lo van a placear y restregar donde haga falta. Ellos también tienen un papeletón, pues para colocar a todos y todas las aspirantes a carguillos y cargazos a los que aspiraban, van a tener que hacer encaje de bolillos.