Apostar por Jaén

19 abr 2017 / 10:49 H.

Los agravios comparativos que está sufriendo nuestra querida tierra no parecen conocer límites. Hace tan solo unas semanas el presidente del Gobierno anunció una lluvia de millones para una de las regiones más ricas de España que, entre otras cosas, disfruta de tren AVE en cada una de sus provincias desde hace años. Llama especialmente la atención porque el grueso de la inversión en Cataluña va destinado precisamente a mejorar las infraestructuras ferroviarias y uno no puede por más que preguntarse, cuando será el turno de una provincia que en tan solo unos meses quedará rodeada y aislada completamente por ciudades que si poseen la alta velocidad. Este abandono inversor de la anteriormente conocida como “Puerta de Andalucía” no solo afecta a las infraestructuras sino a todos los órdenes. Tan solo hay que recordar el desmantelamiento de Santana o Fedeoliva. O el sin sentido de que la mayor empresa comercializadora de aceite de oliva en España no esté en nuestra provincia. La carencia presupuestaria de la que adolece Jaén se torna broma pesada cuando uno recuerda que son paisanos tanto el ministro de Hacienda como su secretario de Estado. A todo este cúmulo de menosprecios ha estado a punto de sumarse, en los últimos días, la desaparición de una entidad que lleva casi un siglo paseando el nombre de Jaén por la geografía patria. El Real Jaén ha estado muy cerca de ser historia y seguramente no se hayan conjurado todos los peligros pero llama la atención la extraña aparición de lo que parece ser un unicornio blanco. Una rara avis que en nuestro terruño no abunda. Empresario de éxito, que se remanga para salvar un icono de su ciudad. No conozco a este buen señor pero no hace falta cursar económicas para darse cuenta que el Real Jaén no es un negocio muy apetecible, por tanto, su acercamiento a esta entidad no parece interesado, esperemos, y solo hace falta escuchar sus palabras en un perfecto jiennense para darse cuenta que su tierra le duele y la siente. Bienvenido sea alguien que se atreve a conjugar el verbo apostar unido al de Jaén, mucha suerte a Tomas Membrado.