Aquí no hay playa

Leo una noticia sobre el gobernador republicano de Nueva Jersey, Chris Christie, que me deja alucinada. Este señor cierra una playa por falta de presupuesto para mantenerla abierta al público y, acto seguido, se va con su familia a disfrutar de la arena vacía. El hombre no se azora cuando la prensa saca una fotografía donde podemos observar cómo se solaza, a la orilla del mar, un grupito de blancos bien alimentados. Se limita a decir el típico refrán español: cuando seas padre, comerás huevos. O en versión americana: Presentaos a gobernador y podréis tener una residencia aquí. Menos mal que estas cosas no pasan en España, que nuestros políticos no son tan descarados, que ellos no han vivido como reyes, cobrando comisiones o gozando de privilegios exclusivos. Que nunca se les ha ocurrido aprovecharse de los bienes públicos para su propio beneficio. ¡Es que somos tan distintos! Los malos, como en las películas de indios y vaqueros, están en Norteamérica, comandados por un Trump tan villano que consigue que el resto de los corruptos parezcan niños de teta.