Arriba, andaluces

28 feb 2018 / 11:20 H.

Pido a Dios que llegue el día en que la celebración de hoy sea igualmente llena de orgullo y alegría para todos los andaluces. Para eso se constituyó el “Día de Andalucía”. Por el momento, durante todos estos años, solo una minoría puede estar satisfecha, porque les va bien, sobre todo, a los políticos. El pueblo llano es otra cosa. Son muchas las carencias, las penas y las dificultades, y aunque gritemos con la voz en el alma “arriba, andaluces”, es difícil conseguirlo, porque son demasiados los pies que tenemos plantados en nuestras cabezas para evitar que la levantemos. Estoy orgulloso de ser andaluz, de la bandera, del himno, pero siento en el corazón ese vacío que provocan las decisiones políticas, que no miden a todos por igual. Pasa en Andalucía y sucede en España. Y las causas son las mismas. Otras de las cosas que me satisfacen y me llenan de orgullo es que existan jiennenses dignos de honores por su entrega a una causa común. Personas que dedicaron la mayor parte de su vida y de su tiempo a luchar por conseguir el bienestar general, por engrandecer su tierra. Como Pilar Palazón Palazón, esa mujer luchadora que ha sido merecedora, con toda justicia, de ser elegida andaluza ejemplar.

Hace muchos años que conozco a Pilar Palazón y ya se distinguía por levantar su voz y su corazón en defensa de Jaén y Andalucía. Licenciada en Filosofía y Letras, fue profesora del Instituto Politécnico de Formación Profesional. Fue precisamente su afán por defender la calidad de la enseñanza la que le llevó a la política allá por finales de la década de los 60. En los 80, fue concejal de Cultura del Ayuntamiento de Jaén. Trabajó por la potenciación del Fondo de Arte Contemporáneo, por la consecución de que el Conservatorio de Música fuese estatal y, muy especialmente, se entregó —con un reducido grupo de grandes colaboradores que compartían su entusiasmo— para que nuestra ciudad tuviera el Museo Ibero.

Pilar fue una de las primeras jiennenses que izó su bandera en defensa de los valores culturales de nuestra provincia. Y no se cansó nunca, aunque su camino estuvo sembrado de escollos, de dificultades e incomprensiones. Luchó de manera incansable contra la marginación de Jaén y de Andalucía. Pilar bien se merece esa distinción que recibirá hoy con motivo del “Día de Andalucía”.