Así está el patio

02 oct 2017 / 10:51 H.

El Partido Popular va camino de convertirse en la trama principal del tan conocido mundialmente como “Cuento de nunca acabar”. Está visto que la guerra sin cuartel en la que los dos bandos mantienen sus espadas en alto contará con un final inacabado por los siglos de los siglos, amén. El congreso provincial, que terminó como el Rosario de la Aurora, abrió un capítulo interminable en los municipios para elegir a los presidentes en pequeños y sonados cónclaves que, tradicionalmente, pasaron desapercibidos para el ojo mediático. La confrontación política entre la corriente crítica y la oficial, o viceversa, extiende sus tentáculos en pueblos y ciudades en los que se radicaliza la lucha por el poder. Si no fallan las cuentas, veintidós municipios celebraron, hasta el momento, sus congresos locales, de las noventa y siete estructuras que tiene la segunda fuerza política de la provincia. De ellos, en dieciséis ganaron los afines a San Clemente, encabezados por Juan Diego Requena, y en otros seis, los seguidores de Miguel Moreno.

Todavía es pronto para aventurarse con los aplausos y los abucheos. El mapa de la provincia está como está. Hay municipios en los que todavía ni se sabe quién será el candidato. La previsión es que, antes del 15 de diciembre, se hayan celebrado ochenta congresos, de tal forma que los diecisiete restantes se aplazarán hasta después de la recolección de la aceituna. Las grandes ciudades tienen ya presidente. Sin tener en cuenta la capital, cuya cita congresual está en manos del juez, los críticos obtuvieron la recompensa a su trabajo en bastiones importantes como Úbeda, Andújar o Alcalá la Real. No les salieron bien las cuentas en Martos, donde se quedaron a treinta y dos votos para ganar, y tampoco en La Carolina, lugar en el que Francisco Gallarín, protagonista en los últimos días, hizo la jugada de la cabra.

Su estrategia merece un punto y aparte porque resulta, cuanto menos, curiosa. Él, que regaló sus cincuenta y dos compromisarios al equipo de Miguel Moreno, cambia de tercio y se posiciona al calor de la dirección provincial. Dicen quienes lo conocen que el salto de un equipo a otro obedece a su imperiosa necesidad de continuar en la Diputación. Hay que tener en cuenta que el alcalde de Aldeaquemada claudicó al pacto hablado para compartir escaño a cambio de que él apoyara a los disidentes con la dirección provincial en los prolegómenos de aquel 21 de mayo. Lo cierto es que lo hizo, pero, ¿ahora qué? Está en manos de Manuel Fernández solicitar lo que le pertenece. Lo mismo que el alcalde de Torres de Albanchez, Nicolás Grimaldos, quien trató con el actual presidente repartir su presencia en el salón de plenos y, a día de hoy, Juan Diego Requena sigue en su sillón.

El caso es que, ya metidos en octubre, San Clemente gana la batalla en dieciséis agrupaciones, con una población de 168.633 habitantes. Torredelcampo no entra en las cifras, porque hubo consenso. Un dato importante: solo en tres lugares hubo dos candidaturas: Lopera, Martos y Úbeda. Los críticos tienen seis municipios, con 102.025 vecinos. Ambas corrientes están convencidas de que vencerán. Así está el patio.