Ataque al centro de Jaén

25 abr 2018 / 08:31 H.

La historia señala cómo las ciudades, desde sus orígenes, han sido atacadas por distintas banderas que defendían los intereses de quienes las agitaban desde la sombra. En pleno siglo XXI la lucha se mantiene como en siglos pasados y, curioso, antes y ahora, siempre es el poder el que acaba ganando. En el año 2007 da comienzo un ataque al centro de Jaén que al día de hoy, once años después, continúa; la brutal remodelación del tráfico rodado iniciada por entonces, que cambió por completo la fisonomía de las dos principales arterias de la ciudad: Paseo de la Estación y Avenida de Madrid, así como a la plaza más emblemática en cuanto a nudo de conexión y distribución del tráfico del sur de la ciudad con el resto de los puntos cardinales de la misma ciudad, ante la pasividad de la ciudadanía, supuso un punto de inflexión. Ahora los munícipes se permiten el lujo, más que nunca, de hacer aquello que les viene en gana, sí o sí, desde el autoritarismo que utilizan contra el pueblo. El desprecio a los sectores y colectivos que se han visto afectados por la falsa peatonalización iniciada el pasado mes de noviembre es latente; el comercio del centro pierde más de un veinte por ciento de sus ventas desde la puesta en marcha de tan caótica medida. Poner a Pontevedra como modelo ha sido una auténtica tomadura de pelo, ya que Pontevedra está muy lejos, no solo kilométricamente, sino también a la hora de ver plasmado en el suelo jaenero aquel modelo pontevedrés. No han hecho nada de nada, simplemente, repintados en calles, dar la vuelta a las señales y algún semáforo que otro: pero lo que sí que han logrado, desde su nada de nada, ha sido sembrar la ruina en los establecimientos comerciales de la zona mientras sus profesionales no han sido capaces, ni lo son, de salvar su honra con dignidad; peleando contra este desproporcionado ataque con contundencia firme hasta que el regidor rectifique con la reversión a la situación anterior, –octubre–, para que vuelva la normalidad ante el tremendo disloque que ha generado. Alcalde, Jaén ya tiene su plaza, por ejemplo el Mercado de San Francisco: defiéndala de los ataques que le llegan, pero no la ataque usted.