Bonito
nos está quedando

Que bonito nos está quedando todo. El cúmulo de noticias que se van sucediendo están pintando una realidad que pocos imaginaban hace apenas cuarenta años, cuando España se las prometía felices. Hemos sabido que las camareras de piso de un hotel sevillano de postín, por lo visto es tónica general en el sector, cobran menos por hacer una habitación, no solo es la cama, también baños, suelos, cristales, de lo que cuesta un café en dicho establecimiento. Tampoco es nada desdeñable la postura del Tribunal Supremo enmendándose a si mismo. Tras una sentencia que perjudicaba a la banca, se desacredita a la Sala y se convoca Pleno, parece que la Justicia solo es si beneficia a los de siempre. Hay marabunta en la derecha y los poderes económicos a cuentas del SMI; fijar 900 euros es un peligro, una temeridad. Los pudientes y sus voceros no quieren que los pobres respiren, una cuestión de creerse más poderosos, sin duda. Y si faltaba algo, la meteorología se empeña en devolvernos, vía inundaciones, el daño que hacemos al medio ambiente a diario. Precioso lienzo nos esta quedando.