Cataluña, hojas de ruta

08 oct 2017 / 11:27 H.

Partamos de la base de que lo que ocurre en estos días en torno a la independencia de Cataluña es muy grave. Lo que es obvio que en Cataluña se lleva gestando todo esto desde hace un par de décadas, en un largo proceso de tiras y aflojas a muchos niveles y capas a la vez, que ha terminado por construir un discurso independentista que tiene mal arreglo si no es, obviamente, permitiendo una nueva nación. En cualquier caso, esto solo se puede arreglar, primero, con un diálogo entre las partes, ni Madrid puede imponer una única ley, ni ciertos catalanes se pueden saltar todas en el nombre de la libertad y el amor al terruño. Segundo, con un diálogo que marque una ruta de salida o llegada, pero que ponga encima de la mesa todas las voluntades e instituciones en juego. Tercero, con un relato serio con el resto de los españoles para explicar bien por qué hay que dejar, o no, hacer a Cataluña una nueva nación, lo que significa acompañar a los catalanes con generosidad en el camino que emprendan, sea cual sea. Y cuarto, abrir el melón de las discusiones de calado: por qué igual no queremos una monarquía, o sí queremos una España diferente o una nueva forma de votar en democracia sin partidos o darnos un nuevo pacto civil, al margen de unos políticos que aún no sabemos muy bien para quién están gobernando.