Circunlocución corrupta

21 abr 2016 / 17:00 H.

Cervantes aconsejaba en El coloquio de los perros, usar “circunloquios y rodeos que templen la asquerosidad que causa el oír (ciertas palabras) por sus mismos nombres”, ¡pues vaya si lo hemos aprendido!, hoy se llama hombre de paz al terrorista, y a su terrorismo lucha armada, incremento negativo a la pérdida, escrache al acoso, desaceleración al descenso, minijob a la explotación, recargo temporal a subir los impuestos, reajuste de salarios a bajada de salarios, reajuste de precios a subida de precios. Para que me entiendan, ha llegado el momento de hacer una reducción de plantilla a los que desvían fondos irregularmente y privarlos de libertad junto a los presos políticos reincidentes sin derecho a la protesta, o sea, echar a los que roban y que vayan a la cárcel con los agresores. Y si no se quiere llamar a las cosas por su nombre empecemos por cambiar los no adecuados, como abrefácil, caja negra (es naranja), cubierta del barco, cómoda, bota, aguacero o ¡Manos limpias!. Pues parece que conmemoramos el cuarto centenario del fallecimiento de Cervantes llevando a las letras nuestra actual esencia, hoy hasta el lenguaje se ha corrompido.