Clara

13 nov 2018 / 11:09 H.

Clara puso rostro real a la violencia machista en España. Hace 21 años. Fue la primera mujer que dio la cara, una cara partida, con los ojos hinchados a golpes. La imagen que hacía falta para que, casi en el siglo XXI —era 1997—, la sociedad de este país empezara a considerar que denunciar lo doméstico no era cotillear, sino cosa pública. Y la voz de Clara llegaba desde una cama de San Agustín. Entonces no había hospital en Alcalá la Real, donde su exmarido le pegó otra paliza. Esta, por no querer volver con él, harta de tanto. Menos mal que medió un guardia civil. Gracias a eso, por agresión a la autoridad y a la revisión del Tribunal Supremo, Clara pudo ver a su maltratador entre rejas. La justicia de Jaén lo había dejado marchar casi de rositas. Su marido le pega lo normal, vinieron a decir. Y mire “usté”, que, para entonces, ya sabíamos de sobra cómo las gastaban estos individuos. Tras las fotos y los planos de Clara, se animó Ana. Fue al programa de Irma. Lo contó todo. Una vida entera de vejaciones. El ramapithecus con el que había sufrido esa vida entera no soportó el escarnio mediático. Lo sabemos. Ana está en la wikipedia. Merecido. Clara, no. Y debería. Fue la primera. Viva.