Comercio para Expoliva

Semana de entrenamientos. Semana de preparación para la gran cita anual del sector oleícola. Foros, mesas redondas y eventos con la temática del sector como telón de fondo, han, prácticamente, inundado a lo largo de la pasada semana, la agenda de los principales actores, ejemplificando con su presencia en los múltiples y variados actos, que conversar es la mejor forma de navegar en la incertidumbre, que de forma recurrente planea sobre productores, comercializadores e industria en general. Se ha debatido sobre casi todos los temas que preocupan. Sin lugar a dudas, se han engrasado los motores de cara a estar al cien por cien compitiendo dentro de unos días, en nuestra particular “champion” del sector. He tenido oportunidad de participar activamente en alguno de estos encuentros y quisiera, a través de esta publicación, incidir en un aspecto que considero que merece, por su crecimiento y por la necesidad de integrarlo de manera excelente en las empresas de distribución y consumo, de un análisis más profundo y pormenorizado del que ha dispuesto. Me refiero al comercio electrónico, que sigue creciendo en España y obliga a las empresas a invertir en él, si quieren competir con éxito en un entorno tan complejo como el actual. Ya no debemos hablar de vender al cliente final o al distribuidor, debemos centrarnos en la persona, en la parte humana del consumidor. Lo que en marketing se llama H2H (Human to Human). El cliente actual demanda servicios cómodos, pagos en un solo clic, ofertas hiperpersonalizadas, entregas casi inmediatas y ajustadas a sus horarios. Es por ello que debemos implementar áreas de mejora en nuestra propuesta de comercialización dentro del sector oleícola. Cada uno a su estilo, cada cual a su manera y en función de sus posibilidades, pero todos debieran hacerlo siguiendo las tendencias que marcarán el futuro. Un futuro que nos muestra la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) cuando nos proporciona el demoledor dato de que la facturación del comercio electrónico en España aumentó en el segundo trimestre de 2016 un 20,3% hasta alcanzar los 5.948 millones de euros. Es importante tener presente, que la tienda física a la hora de vender aceite, aceitunas, maquinaria, y todo tipo de productos y servicios que aglutina el sector y las industrias afines, no va a desaparecer. Es más, se considera el lugar donde el consumidor espera tener una experiencia de compra agradable. Por eso las empresas deben contratar a profesionales cada vez más formados y esforzarse por mejorar el punto de venta. Pero al tiempo hay que conseguir eso mismo en nuestra tienda virtual (porque todo ahora es físico y digital) y esto debemos tenerlo presente, cuando a la hora de asignar presupuestos para las diferentes partidas dentro de nuestros planes de negocio, destinemos recursos para invertir en webs móviles. Es mejor invertir en un sitio adaptado al móvil que en una app. Otra de las principales asignaturas pendientes de las empresas del sector y que tiene que ver con esto, es su incapacidad para transformar la gran cantidad de datos que tienen (las que los tienen) de sus consumidores, en acciones concretas como por ejemplo, ofertas personalizadas en tiempo real o información de primera mano que tenga que ver con contenidos de calidad valorados por ellos. Es decir, ahora priman las historias, no la publicidad tradicional, ya que los hechos cuentan, pero las historias venden. Considero que de estas cosas es necesario hablar y debatir, en el que durante unos días va a ser el lugar de encuentro y dinamización para todos los profesionales del sector, ya que ser reconocidos como líderes en la transferencia de conocimiento de todo lo relacionado con el mundo del olivar, obliga a incluir en nuestro catálogo de prioridades este tipo de cuestiones, máxime cuando desde el portal de estadísticas Statista se afirma que el comercio electrónico no va a parar de crecer en España, tanto en número de usuarios como en gasto per cápita. Si eso es aquí, ¿se imaginan en nuestro mercado, que ahora es el mundo?