Con ojos
nuevos

25 may 2017 / 11:42 H.

Se dice que la primavera la sangre altera. Algo de verdad hay en ello. Yo añadiría quizás que lo miramos todo con ojos nuevos. Con esa mirada animosa y deseosa entre la belleza que despliega la primavera en mayúsculas; hermosísima eclosión de naturaleza viva que año tras año nos visita y se renueva para sorprendernos en colores y aromas puros y delicados. Así me lo parece y lo testifico ahora, en esta Huelva marinera donde me encuentro, ante un anchuroso océano poderoso frente a mí. Un despliegue de luz en contraste con el azul intenso de un mar que lo abarca todo. Increíble estampa, en las horas tempranas de un alba que se desvanece. Cielo y mar, mar y cielo... abarca mi mirada, ver nacer un sol de fuego con sus tonos malvas y anaranjados que se esparce entre arenas rubias y el blanco espumaje de unas olas que no cesan, aquí en soledad, con la misma brisa que acaricia y un oleaje que reconforta los sentidos. Huelva y su sabor intenso a marismas y algas. Ese mar que la besa sin reservas. Este mar de mis ancestros, paisajes inscritos en mis genes que hoy traigo a mis recuerdos.