El próximo 21 de diciembre cumplo 83 años. Debo decirles que lo aguardo con muchísima ilusión porque llegar a una edad como la mía es toda una suerte, un regalo que agradezco a Dios cada día. Como podrán imaginar los años no pasan en balde, soy consciente de que me voy haciendo viejo pero si les digo la verdad no me importa. Siempre he tenido claro que la vida es un regalo y que como todo viaje tiene sus dificultades, y que son estas dificultades las que nos hacen crecer. Y es que atesoro experiencias y momentos que me hacen mirar esta etapa vital con plenitud. Me siento en paz y gracia de Dios, sé muy bien que lo más importante es la familia y tener muy presente el ayudar y ser útil a los demás. Y lo celebraré como la ocasión merece, espero estar bien de salud y muy despierto para brindar con mi querida familia y con la gran familia de la Residencia Santa Teresa pues soy un afortunado por los cuidados y el cariño que recibo cada día. A mi familia y a los que hacéis posible que llegue a esta maravillosa edad gracias. Sois el mejor de los regalos.
