El Código Penal

10 feb 2019 / 11:03 H.

Como humilde jurista que soy, puedo opinar que nuestro Código Penal, ese que en 1995 actualizó el Ministro Belloc, dejó en algunas partes, no en todas por supuesto, una sensación de flojedad, permítame la expresión, mi querido amigo lector, en el sentido de que no cumple bien, a mi juicio, el cometido que un Código Penal debe tener en una nación moderna. Me explico. El Código Penal existe porque el Estado necesita que se describan una serie de normas que sirvan para que los atentados más graves contra los bienes y derechos generales y particulares de los ciudadanos tengan una respuesta de las autoridades; una respuesta que haga sentir a quien comete un delito que es persona peligrosa y que debe compensar el daño producido. Pero, a mi entender, la pena que se imponga debe servir también para asustar al potencial delincuente. Y este es el problema del actual Código Penal, que muchas de sus penas no asustan a nadie (en especial las penas de multa económica), y eso no puede ser pues es la invitación a delinquir y a reincidir. Si queremos hacer respetar mejor los bienes y derechos de los ciudadanos, el Código Penal debe, sin duda, endurecerse, sobre todo en el caso de las reincidencias.