Democracia

03 oct 2017 / 16:00 H.

Francamente, estoy hecho un lío. Tras más de 40 años de convivir en ella, cada vez entiendo menos qué cosa es la democracia. Lo miro en el diccionario, pero lo que leo no se parece en nada a lo que vengo viendo en todos estos años. Al final, creo que la democracia es algo con lo que te tienes que reír aunque no tenga gracia. O sea, que yo eso de la igualdad para todos no lo noto por ningún lado. Empezando por los propios partidos políticos que forman el sistema democrático, porque resulta que son partidos que ejercen la dictadura entre sus afiliados, con eso de la disciplina del voto y otras libertades. Hace ya muchos años que yo escribía en una de mis “brisas”, cuando empezaba la era democrática en España, que entendía que para hacer un equipo de fútbol hacían falta jugadores y para formar una democracia harían falta demócratas. Bueno, pues tenemos una democracia con muy pocos demócratas.

En España, este oficio está muy dejado. Es una enseñanza que no se aplica en las escuelas. Cada uno aprende a ser demócrata a su manera, a su albedrío, y se aplica las normas a su conveniencia. No me digan que esto no es muy español. Hemos estado, este último mes, con la palabra democracia metida hasta en la sopa, en boca de los de izquierdas, de los de derechas y, sobre todo, de los independentistas catalanes. ¿Y hemos aprendido —los que no lo sabemos— qué es la democracia? ¿Es saltarse a la torera la Constitución y todo atisbo de legalidad para convocar una patochada de referéndum sin la más leve forma de formalidad legal? Un referéndum en el que se amenazó y acosó a los que posiblemente votarían en contra, en el que se vieron las urnas en mitad de la calle y gentes metiendo los votos a puñados. ¿Esto es democracia para Puigdemón, Junqueras y otros cómplices? Decir que van a proclamar la república catalana atendiendo el escrutinio de ese falso referéndum donde no hubo interventores en las mesas ni ningún otro tipo de control legal, ¿es democracia?

Sufro por los catalanes que, en su mayoría, son ajenos a estos cambalaches políticos que están dividiendo, lastimando a la población. Dicen que no hay delito en votar. Y llevan razón. El delito puede esconderse en lo que se vota. Y querer imponer una república con engaños no es una razón muy legal para ponerla a votación. Digo yo que, ya saben, no entiendo todavía qué es democracia.