Democracia lastrada

08 ene 2017 / 11:30 H.

Dos millones de españoles se han visto favorablemente afectados por la sentencia del Tribunal Europeo de Luxemburgo sobre nulidad de las cláusulas bancarias abusivas y la retroactividad de las mismas desde la firma. Es un triunfo para los ciudadanos europeos en su conjunto y una vergüenza para nuestros representantes en las Cortes: no supieron poner a la Banca en su sitio y callaron ante los abusos de los poderosos contra la clase media. Mas creo que no han aprendido la lección. No ponen orden en el patio hispánico de los poderosos, por ejemplo de algunas compañías de telefonía móvil. Hay que “leerles la cartilla”. Señorías, pónganse a fijar de una vez unas normas que permitan: darse de baja cuándo y cómo el ciudadano lo desee, que no puedan estas operadoras realizar llamadas amenazantes a deshoras desde un ordenador programado. Acaben con las listas humillantes de “presuntos morosos” por facturas ridículas de ataduras impuestas que afectan a los más vulnerables de nuestra sociedad. Terminen con un comercio vergonzante de listas para cobradores, que navega prescrito y dilatado durante lustros de coacciones. Pidamos al nuevo año el fin de estos ya viejos lastres.