Dicen poco y niegan mucho

Claras se muestran las cosas cuando el tiempo las pone en su sitio. Tarde o temprano caen en manos de la justicia las bandas criminales, los delincuentes y los malhechores de todo tipo de actos ilícitos. Fruto siempre de una ardua tarea de vigilancia e investigación policial, se ponen a disposición de jueces y tribunales desde el más cruel de los asesinos, hasta el más leve presunto autor del menor de los delitos. En un solo día miles de personas pasan por nuestros precarios juzgados, ya sean como peritos, testigos, víctimas o investigados. Cientos de miles de casos y procesos diferentes, millones de tomos e incontables folios y diligencias que dan fe de lo común que es la pérdida de memoria para todo el que ocupa la silla del interrogatorio. La Audiencia Nacional ha llamado a declarar a 160 personas en el caso por separado que hay de los papeles de Bárcenas. Ante la evidencia de las pruebas, los históricos Acebes, Cascos, Arenas y Mayor Oreja entonaron de viva voz aquello del “No lo sé. No me consta. No me acuerdo”. Dicen poco y niegan mucho. Blanca y en tetrabrik se vende, lo que antaño era un litro de leche.