Diputaciones

06 mar 2016 / 10:20 H.

Estamos tan acostumbrados a las mayorías absolutas, a los congresos “a la búlgara” de los partidos políticos en los que se aclama al líder con adhesiones cercanas al cien por cien sin que apenas se debata nada, que nos pilla de sorpresa la discrepancia, en este caso de Francisco Reyes, secretario general del PSOE de Jaén y presidente de la Diputación Provincial de Jaén. Su discrepancia me parece a mí un soplo de aire fresco que debería generalizarse más a menudo. Que su argumento era sólido lo demuestra que el propio Pedro Sánchez, impulsor del pacto en el que se eliminan las diputaciones, dijo después que él tampoco quería que se eliminasen las corporaciones provincial pero que cedió por un bien mayor, la consecución del pacto con Ciudadanos. Y está bien levantar la voz aunque la mayoría de los militantes del PSOE votara sí al pacto. Las sociedades no avanzan sin voces discrepantes. Ni en cultura ni en política se consigue nada si no se duda de lo anterior. Lo que hay que hacer es favorecer el pensamiento crítico sin miedo a represalias y respetar las opiniones de las minorías. Atender siempre el argumento del líder carismático o el de autoridad hace débiles a las sociedades y vicia la calidad de las democracias. Solo su verdad no puede ser siempre la verdad.

El acuerdo firmado entre el PSOE y Ciudadanos ha tenido consecuencias también en Jaén. No solo en el entorno de todos los partidos políticos de nuestra provincia, incluso en el partido de Pedro Sánchez. Ahora bien, la militancia ha estado a la altura de las circunstancias en un momento histórico para nuestro país. Se trata de dejar a un lado los intereses partidistas y de sumar con el resto de posiciones. Adelgazar el aparato burocrático y administrativo para modernizar los organismos del Estado. Es el momento de emprender una actualización de las Diputaciones. Quien más receptivos debían ser a estas reformas son los líderes provinciales de ambos partidos. Algunos responsables institucionales de las Diputaciones andaluzas y portavoces socialistas han puesto el grito en el cielo cuando se ha planteado “su hipotética desaparición o reactualización”. El objetivo es una necesaria reforma, eliminar privilegios, sillones y poltronas. El cambio a mejor, sí. Por eso mañana comienza un nuevo ciclo para hacer por fin, el trabajo que hemos encargado a los diputados. Ya no vale: “y tú más” ó el “y tu peor”. Ahora todos saben lo que tienen que hacer.