El calor relativo

17 jul 2017 / 11:41 H.

Parece que hasta los polos se independizan, al más puro estilo/intento catalán, con la que está cayendo. No sabemos si por el cambio climático, por lo quemados que estamos en general o porque el infierno está con la previa para aclimatarnos con sutileza. Cuando nos cruzamos en el ascensor con un vecino, ponemos cara de alto horno y decimos madre mía la que está cayendo, y bajan las temperaturas 2-3 grados, ya se sabe, mal de muchos consuelo de...varios. En ese instante se hace una repartición de calor, y los 46,5 grados se dividen entre 2 yse multiplican por 1,90. Y 44 y pico, es soportable. O ves en el telediario que en Écija hace medio grado y medio más: eso sí que es calor, pobres...y ya te sientes más fresquito. En mi caso, trabajo al sol pero a cubierto, en un coche rojo enseñando a conducir y dando vueltas viendo los termómetros de las calles (...). En el del coche pongo la autonomía, que con el consumo también me suben 2-3 grados. Lo mejor, cuando uno en bermudas, chanclas y tirantes, que lleva 5 años opositando y aún no se ha presentado ni al padre de su novia, te salta: “eso sí es un trabajo, eh, sentado y con el aire...”. Ala, otros 3 grados más, pero sonríes...y piensas en Écija. Deseando encontrarme varios vecinos y coger la manta, pasen ustedes feliz verano.