El cazador de historias

25 jun 2016 / 11:11 H.

Mañana se sabrá la cuestión. Si me ven tan parco es que, por enésima vez, me ha tocado columna en el día de reflexión y vayamos a pollas, que con el canguelazo que tienen algunos, andan muy sensibles, quizá, como no los he visto en mi vida. Ya era hora. Así que, desde la columna anterior, he batido un récord en urgencias: tres veces en cinco días, dos con mis hijos y la de en medio, conmigo mismo. El virus de la gastroenteritis ha hecho ricia con nosotros y nos íbamos, por tocas, como el caño de la pila, por delante y por detrás. Pero todos los problemas se pueden convertir en una oportunidad, hemos cambiado la alimentación y yo, en las esperas en las frías salas de espera, he podido leer el libro póstumo de Eduardo Galeano: “El cazador de historias”. Un puñado de bellas y poderosas historias que sorprenden tanto porque ofrecen pistas de su biografía, de sus primeros viajes por América Latina y de las personas que marcaron su vida y su escritura. Habla de los abusos de un sistema formado por ricos cada vez más ricos y jodidos cada vez más jodidos: “Siguen soñando las pulgas con comprarse un perro y los nadies con salir de pobres”.