El hambre en el mundo

    22 jun 2023 / 09:47 H.
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    Si el hambre se contagiara, no habría hambre en el mundo”. Estas palabras, que tanto me impactaron, se las oí al ingeniero agrónomo y doctor en genética, José Esquinas, en una tertulia que mantuvimos con él, en el Programa de Mayores de la radio de la Universidad de Jaén. Su trabajo durante treinta años en la FAO le ha permitido viajar por más de ciento veinte países y profundizar en temas relacionados con el hambre, la nutrición, la agricultura, los derechos humanos y el cambio climático. Toda esa experiencia la ha condensado en su reciente libro “Rumbo al ecocidio: Cómo frenar la amenaza a nuestra supervivencia”, en el que, con un lenguaje claro y alejado de tecnicismos, propone soluciones que pueden permitir cambiar el rumbo a la esperanza. Destaquemos algunas de sus reflexiones sobre el hambre en el mundo. Si el sistema agroalimentario mundial produce el 60% más de lo necesario para alimentar a la humanidad, cómo podemos permitir que pasen hambre más de ochocientos millones de personas, y como consecuencia mueran cada día unas treinta y cinco mil. Es incomprensible que mientras unos mueren de hambre, otros tiremos alimentos en perfecto estado. En España, según datos oficiales, desperdiciamos más de ciento veinte kilos por persona y año. Es curioso, que sólo por haber nacido en uno u otro país, unas personas enfermen por desnutrición y otras por malnutrición o abuso de una mala alimentación. El hambre es totalmente evitable y es la mayor vergüenza de la humanidad. Con un pequeño porcentaje del gasto global en armamento podría erradicarse el hambre en todo el planeta. Es necesario fomentar la soberanía alimentaria que acabe con la dependencia de otros países. El problema no es tanto la producción sino el acceso a alimentos sanos y frescos. Hay que defender la agricultura del pequeño agricultor, ya que si un país desea ser soberano debe de apostar por cultivos de cercanía y temporada. Y una última cuestión, ¿qué falla en una sociedad que confunde bienestar con consumismo, aún a costa de degradar la naturaleza y condenar a las generaciones futuras?

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