El pasado
es un prólogo

24 ene 2018 / 10:20 H.

La ciudad va cambiando al ritmo que marca el calendario académico. El bullicio nocturno de las salidas universitarias ha dado paso este mes a los flexos que iluminan las ventanas en las madrugadas. Pronto acabarán los exámenes, y con el comienzo del segundo cuatrimestre rodarán las maletas por nuestras calles, algunas líneas de autobuses se volverán a llenar, y las tapas y los táperes ganarán el protagonismo perdido por las comidas caseras en familia. Jaén se ha transformado en una ciudad universitaria en apenas un cuarto de siglo, incluso podemos afirmar que la capital es ya un “campus urbano”, aunque esto conlleva la parte dramática de la escasez de otras grandes alternativas de dinamización social, cultural o económica. Este año celebramos los veinticinco años de nuestra institución educativa, y como dice William Shakespeare en el título prestado de esta columna, debemos centrarnos es construir nuestro futuro, que la celebración del aniversario nos sirva para analizar el porvenir y mejorar la sociedad a la que nos debemos, y como dice nuestro juramento, si así no lo hiciéremos que la sociedad y nuestra conciencia nos lo demanden.