El poder de la imaginación

Se me ocurren siempre muchas cosas. Y entre las que se me ocurren, algunas de ellas son disparatadas, otras sirven para reír un rato (jeje), pero sí es cierto que alguna que otra me gustaría que fuese escuchada. Y si esto me pasa a mí, estoy convencida que le tiene que pasar a más gente. Y por ocurrir ¿No sería una buena idea que hubiera un lugar, una oficinita con música agradable, con gente agradable al que ir para que pudieras aportar tus ideas? Uno en el que con toda tranquilidad pudieras expresar y compartir esa ocurrencia; sin especificar, de cualquier tipo, de política, de gestión, de inversión, de seguridad. En el que te ofrecieran una charla tomando un café, y tras unas anotaciones a modo de interés, estudiaran tu propuesta a modo de beneficio común, y mostraran preocupación si realmente resultara atractiva para después ofrecerla a quien pudiera interesarle. No todas las cabezas pensantes se apoyan sobre los cuerpos de personas que ocupan cargos de decisión y ejecución, escuchar a mentes ricas en imaginación no vendría mal, y podría resultar beneficioso para una comunidad enquistada y empeñada en no avanzar.