El Principio
de la Transposición

29 oct 2017 / 11:08 H.

Goebbels, aquel sanguinario y miserable nazi, fue todo un genio en el manejo de la propaganda. Utilizó técnicas y principios como nadie lo había hecho hasta ese momento. Marcó un antes y un después. Tras él, muchos son los que hacen uso de sus técnicas. De entre todos los once dogmas que forjó, me centraré en uno: el Principio de la Transposición, el que desarrolla el cargar sobre el adversario los propios errores, responder con el ataque siempre, ese que indica que si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que sirvan de distracción. Y creo que en estos días convulsos en los que un número, 155, suena repetidamente en nuestras cabezas, se están utilizando de forma genial y sibilina las técnicas goebbelianas. Si nos convertimos en lectores objetivos, buenos oyentes o telespectadores críticos, nos daremos cuenta del uso sutil de las técnicas que aquel criminal supo manejar y desarrollar como nadie. Desde Moncloa y desde el Palau, han puesto sobre la mesa a Goebbels como estrategia para tener a la población centrada en un solo punto, obviando todo lo demás.