El reloj de la Iglesia

Ala Iglesia católica se le paró el reloj hace tiempo y aunque tímidamente quiere adaptarse a los tiempos en la Curia aún persiste el olor alcanforado de lo viejo. El Papa Francisco tira de algunos hilos y comienza a reconocer errores. Sirva como ejemplo su petición de perdón por los casos de pederastia en el seno de la Iglesia y que según un informe elaborado por y para el Defensor del Pueblo en España podrían alcanzar al uno por ciento de la población, siendo más de la mitad responsabilidad de religiosos o sacerdotes. La Iglesia española se apalanca como avestruz y reconoce algo más de setecientos casos de abusos. Se puede afirmar que en su propio seno hay división de opiniones y que muchos están a favor de esclarecer, asumir y reconocer la gravedad de unos hechos cuya principal consecuencia, al margen de lo delictivo, son las heridas morales en las personas abusadas. Y al hilo de todo esto he recordado a mi antepasado León Moulet, pastor de la Iglesia evangélica, venerable maestro de la masonería y persona que enviudó dos veces, casó una tercera y dejó en este mundo nueve hermosos hijos. Tal vez la Iglesia católica debería plantearse terminar con el celibato. Me pregunto si eso disminuiría los abusos sexuales.