El rosario de la aurora

08 may 2017 / 11:06 H.

Así acabará la película que se rueda por capítulos en el Partido Popular de la provincia. El rosario de la aurora, aquel mítico enfrentamiento propiciado entre hermandades, quedará a la altura de una zapatilla comparado con el que tiene como protagonistas a dos alcaldes de Jaén. Miguel Moreno y Juan Diego Requena, acostumbrados a intercambiar opiniones en amor y compañía en los cada vez más interminables plenos de la Diputación, están abocados a sellar la enemistad política por los siglos de los siglos amén. Ellos, que comparten mucho más que un cargo y unas siglas, son los actores estrella de un culebrón que gana audiencia en las parrillas de todos los soportes habidos y por haber. El final, pendiente del ingenio de los guionistas, amenaza con prolongarse más allá del próximo día 21. Es lo que tiene el éxito y la popularidad, que son capaces de romper con los pronósticos y de convertir en peligrosas las amistades.

Dos militantes de un mismo partido. Dos presidentes en sus respectivas estructuras locales. Dos alcaldes que lograron dar la vuelta a las urnas en los ayuntamientos que dirigen. Dos afiliados al Partido Popular que apuestan por el municipalismo. Dos diputados que luchan por arrebatar al Partido Socialista el tesoro de la Diputación... Difícil resulta apreciar distancias entre dos políticos que comparten ideas y propósitos y que, por culpa de un sillón, transmiten a la ciudadanía profana en la materia la impresión de que representan a partidos históricamente enfrentados. La lucha por convertirse en el sucesor de José Enrique Fernández de Moya mantiene en vilo a todo un partido que, por primera vez en su historia, asiste a un abierto enfrentamiento que divide, incluso, a quienes hasta hace dos días eran uña y carne.

Miguel Moreno, alcalde de Porcuna, decidió presentar candidatura a la Presidencia Provincial del Partido Popular en esa búsqueda incesante por la renovación, la apuesta por el municipalismo y el incremento de la participación de la militancia. No entraba en los planes de Juan Diego Requena, alcalde de Santisteban del Puerto, dar tan trascendente paso. Sin embargo, en aquella reunión en la que el actual presidente comunicó formalmente la imposibilidad impuesta por los de arriba de optar a la reelección, levantó la mano. Hubo tres alcaldes que se postularon para dar la batalla y un concejal capitalino. Fue en la misma cita en la que Miguel Ángel García, apegado a los oficiales, dio el portazo y se arrimó a las ascuas de los críticos. José Enrique Fernández de Moya y Gabino Puche, por aquello de la veteranía y la experiencia, deliberaron y, tras una intensa media hora, hubo fumata blanca para el joven santistebeño. El aplauso fue unánime y, a partir de ese fin de semana para no dormir, empezó la verdadera cuenta atrás del congreso.

Ni que decir tiene que la primera cita con las urnas, celebrada el 27 de abril, terminó en una guerra de cifras en la que nadie se da por vencido. La pugna por el poder traspasa fronteras y, lejos de quedarse en un mero conflicto provincial, amenaza con convertirse en una cruenta ofensiva entre las direcciones nacional y regional. A las claras. Los de Juan Manuel Moreno Bonilla quieren que gane Miguel Moreno y los de Mariano Rajoy están con Juan Diego Requena o, lo que es lo mismo, con José Enrique Fernández de Moya. Los primeros intentarán forzar la máquina para no celebrar la segunda cita con las urnas y, en este sentido, conseguir una candidatura de integración con el porcunense como protagonista después del respaldo recibido por la militancia. Los segundos harán lo posible por que se celebre el congreso el día 21 para que el santistebeño, arropado por los compromisarios, perpetúe el legado de su antecesor. El título de la película, pendiente de escribir, dará las claves de un final inédito.