El ruido de los muertos

16 jul 2017 / 11:09 H.

Anda Bailén alborotado a cuenta de los muertos. Somos país donde los muertos, las más de la veces, hacen más ruido que vivos. A nadie escapa que la muerte es un gran negocio. Todos, tarde o temprano, pasaremos por ello dejando tras la nuestra suculentos beneficios. En Bailén, hasta hace poco, solo había un cementerio. Debido a que es de propiedad eclesiástica, ha traído algún que otro dolor de cabeza. Aquel fatídico accidente de autobús, que dejó un reguero de cadáveres, puso en evidencia la necesidad de otro cementerio; eran testigos de Jehová y se tuvieron que hacer gestiones para que reposaran en suelo cristiano. La Iglesia, que de negocio sabe, le dio la gestión del cementerio a una empresa privada. Y claro, euro es euro, se encareció sobremanera el reposo final. En esas anda Bailén, aún existiendo la alternativa barata del municipal, son muchos los que tienen a sus familiares en el otro. Ahora la gente se moviliza, curioso pues para las cosas de vivos ni reivindicaciones ni petición de firmas, contra la política de enterramientos. Hay ruidos de muertos.