El trabajo, una bendición

Dice la Biblia que el trabajo fue una condena de Dios al Hombre por la desobediencia de Adán, sin embargo, hoy no concebimos una vida humana plena sin el ejercicio laboral que da dignidad y libertad a todo ser humano. Cuántas familias están comiendo gracias a los comedores sociales que caritas y otras instituciones de la Iglesia gestionan a diario. Cuántas reciben alimentos y ayudas de instituciones, llámese banco de alimentos, cofradías, órdenes religiosas, cruz roja. Otros muchos no pueden hacer más con la miseria de ingresos que tienen y salen adelante a duras penas, gracias a la ayuda generosa de las propias familias. Si la recuperación en Andalucía va lenta, la provincia de Jaén se sitúa a la cola de las previsiones laborales y económicas. Mientras el paro bajó en marzo en España, Jaén lidera su subida. Las previsiones económicas no son muy favorables para una provincia que cada vez pierde más población joven que emigra buscando un futuro mejor, como ocurrió hace varias décadas. Dicen que un pesimista es un realista bien informado; no sé cuándo podremos ver los brotes verdes de una provincia que lastra muchas deficiencias estructurales y económicas, que se ahoga en el monocultivo y que ha perdido mucho de su tejido industrial. Como el poeta, yo también sueño un milagro de primavera para éste, mi pueblo de Jaén.