El tranvía ya tiene carácter

17 mar 2018 / 12:16 H.

Le costó al tranvía echar raíces en la ciudad y más tiempo marcar su carácter. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, esbozó ayer el perfil de un transporte no nato, su biografía pendiente y el carácter que tendrá, estilo metropolitano. El Ayuntamiento de Jaén exigió desde el primer minuto reducir su aportación económica por entender la función metropolitana del transporte y, en pleno desayuno informativo de Diario JAÉN, la presidenta lanzó la buena nueva. Sí, la letanía, la plegaria del PP desde la prehistoria del transporte jiennense ha sido atendida. La negociación política —no el estado de la infraestructura— es, en sus palabras, “irreversible”. No habrá marcha atrás. Después de tanta diatriba, cartas cruzadas, desplantes, reprimendas varias y vías judiciales de corto recorrido, la sacerdotisa del socialismo anunció que el tranvía, por fin, será metropolitano. Don de gentes, podríamos decir, que tendrá el sistema. Población que vendrá de Martos, Torredelcampo, Torredonjimeno, Mancha Real, La Guardia... acentos diversos y “globales” para nuestra capital, pequeña torre de Babel burocrática. Siete años después, 120 millones de euros de inversión mediante, bien merecen reescribir las escrituras tranviarias. La presidenta explicó el trampantojo porque las vías solo transcurren por el centro de la ciudad, pero, a regañadientes, se hace buena la idea de que gran parte de los usuarios venideros serán de las poblaciones de esa área metropolitana. Para no incurrir en contradicción manifiesta con los argumentos esgrimidos en capítulos anteriores por el PSOE en esta saga, remarcó: “No hay realidad geográfica, pero sí una realidad social”. Si a usted le vale, a mí también. Miel sobre hojuelas.

Mientras en Granada el tranvía vuela bajo y se acumulan las peticiones a la Consejería de Fomento de Felipe López de otros tantos ayuntamientos que quieren incorporarse a su red, aquí seguimos atascados, aunque mentalmente llevemos tiempo moviéndonos con él, mareados de hecho. Con el freno de mano puesto por su financiación, esta nueva epístola a los corintios jiennenses llegó con dedicatoria a pie de página para “este alcalde y al otro”. El nuevo testamento del tranvía exige a cambio lealtad institucional y “buen comportamiento” del alcalde de Jaén, Javier Márquez, y que con sus acciones redima de sus pecados al anterior regidor, Fernández de Moya, que blasfemó en arameo por el tranvía. Márquez, una vez tomada su decisión y respaldado —o empujado por la pasarela— por el PP para que sea candidato a la Alcaldía, disfrutaba la noche del jueves del Requiem de Giuseppe Verdi, en la Catedral de Jaén, y quizá se le escapara un furtivo ruego para pedir, en oración laica, que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) no quede enterrado, no tenga descanso eterno. Quizá ya supiera del cambio de agujas tranviario, dada la buena sintonía y el hilo directo con San Telmo. Guiño. Puede estar satisfecho, al menos, en esta parada porque, como subrayó Díaz, “lo que ha pedido, lo va a tener”.

En la provechosa mañana informativa, Susana Díaz también tuvo tiempo para avisar de que no estaría hoy en la Escuela de Buen Gobierno del PSOE que se celebra en Madrid. Asume que le pongan falta. Sin decir que ya tiene la lección aprendida, argumentó que la agenda institucional le hace quedarse en territorio conquistado. Sí han confirmado su presencia los presidentes autonómicos socialistas, Guillermo Fernández Vara, Emiliano García-Page, Javier Lambán y Francina Armgengol... La foto de “familia” que esperaba Pedro Sánchez, ni con llamada a la unidad de Rodríguez Zapatero, será posible, de momento. Villaverde queda a trasmano todavía. O como dijo el secretario general de los socialistas jiennenses, Francisco Reyes, ella tiene voz propia, a lo que añadiríamos, y marca su territorio.