El valor de las personas

Ser de un lugar de interior supone contar con una serie de características que determinan nuestro carácter. Ser de una tierra de paso y de una ciudad geográficamente apartada de los imprescindibles caminos, pudiera justificar actitudes de apartamiento propio pero sobre todo, de que nos hayan apartado los demás. Durante generaciones Jaén se ha alimentado a sí misma y ha alimentado su pensamiento con poco o ningún alimento del exterior. Sin embargo, es innegable, porque es evidente, que esta tierra de interior está sostenida por personas que creen en el valor del esfuerzo, porque se esfuerzan; que creen que el pasado está para enseñarnos y no fue mejor porque lo mejor lo estamos viviendo ahora, aunque el ahora sea insatisfactorio, difícil, mejorable. Y si nuestra naturaleza es bellísima y nuestro patrimonio es incontestablemente rico, aún tenemos otros valores inmensos y no son otros que las personas, aquellas que creen en nuestro presente y, aún más, en nuestro futuro.