Engaños y desengaños

Año electoral. Año de engaños y de desengaños. De maniobras de confrontación partidista, de encendidos debates ideológicos, de urgentes repartos de dineros públicos y de prebendas sociales. Las naciones se rigen hoy por agendas de políticos populistas que gobiernan a sus pueblos sin escrúpulos y en clara connivencia con los grandes magnates económicos. Falta separación de poderes. ¡Se echan en falta jueces libres e independientes, gobernantes honestos y ecuánimes, legisladores no sectarios que aboguen por el bien común de todos! Hoy la “corrupción” ideológica, económica y política sigue campando a sus anchas. Muchas leyes, para distraer, pero de funestas consecuencias para mucha gente. Como ha escrito valientemente un catedrático universitario granadino, Daniel Arias, la enseñanza es ya paradigma de la sociedad del engaño. Estudiar hoy no sirve para seleccionar a los “mejores”. Ha triunfado la moral del todo vale y cada ley educativa ha empeorado la anterior. Hemos normalizado la pobreza, la división social y el clasismo impuestos desde arriba. Todo se quiere dogmatizar y regular para beneficio de unos pocos privilegiados política y económicamente. La gente está cansada de revanchismos históricos, de bulos que usan los grandes “demócratas de salón” para mantener sus privilegios. Nuevo año electoral. ¿Año de engaños y de desengaños?